Resumen “Rincón del vago style” para los que habéis leído LA CASA DE ALBIÁN, y queréis seguir con la saga, pero “no os acordáis”.
Obviamente esto va a estar LLENO de spoiler, así que
directamente desde ya: avisado quedas.
Nos situamos en Allegaïa, un lugar que antaño estuvo dividido
en once reinos pero que hoy está conformado en su totalidad por un imperio
(Azra) dividido en 8 provincias. Bueno en su totalidad no, pues el antiguo
reino/provincia isleña de Isoldin se rebeló y ha plantado cara al todopoderoso
emperador Sabhar IV.
Los once antiguos reinos pertenecían, cada uno, a uno de los
once linajes bendecidos por la Diosa durante la creación. Cada una de esas
familias poseía un don especial, destacando de entre ellos tres: la casa de los
magos blancos (Albián), la de los magos negros (Nerulam) y la de los magos
verdes (Fhana). Al ser más poderosos que el resto de reinos, al inicio de los
tiempos se forjó un pacto. Ese
pacto implicaba que los principales magos de cada estirpe (reencarnaciones del
mago original) estaban obligados a mediar entre todos los reinos por igual y
mantener la paz entre ellos, desvinculándose, por tanto, de sus propias
familias. A estas tres figuras se les llamaba grandes magos o vednis
e iban resurgiendo generación tras generación…
…Hasta que hace 500 años, más o menos, ese pacto se rompió y
los vednis desaparecieron. Según la versión oficial del imperio fue el heredero
de Albián el que traicionó al resto y provocó que posteriormente se desatara
una cruenta guerra contra su reino de origen, Albaria, y contra sus aliados,
principalmente las casas de Karoth (reino de Yeoroth) y de Maion (reino de
Závatos). Tras esa guerra, que fue conocida como la guerra de los coronados,
se sembró el germen del imperio de Azra, que finalmente se estabilizó varias
décadas después con lo que se conoció como guerra de unificación. La
casa de Albián y de Maion fueron, supuestamente, exterminadas y la casa de
Karoth relegada a un segundo plano y despojada de sus tierras.
Bien, volvemos al presente. Tendremos varias líneas de personajes que terminarán confluyendo en un breve periodo de tiempo para después separarse en dos, al menos durante esta primera novela.
La historia arranca con Gaël, un joven perteneciente al gremio de cazadores cuya madre, Gala, es probablemente la mejor cazadora del imperio. Viven en Jabharia, la capital del imperio. Su mejor amigo y vecino (no, no es Spiderman) se llama Tòmme con el que tiene una relación casi de hermanos, aunque en algún momento Gaël parece confundir sentimientos.
En un peligroso encuentro con un liono en el bosque conocerán
a Jeorhos, el heredero del ducado de Turme, hijo además del
valido del emperador: Arcán de Nerulam. En este episodio, Gaël que desconoce el
origen de su familia paterna descubrirá que pertenece a la estirpe de Albián y,
como tal, que es capaz de realizar magia “curativa” para salvar a Tòmme de la
muerte. En ese instante Jeorhos descubre también su potencial como mago negro.
Días después, el secreto de Gaël saldrá a la luz en el ritual
del Día de la llamada. Apresarán al joven cazador, pero no por mucho
tiempo. Su desconocido tío Beyaz de Albián, que andaba buscándolo, lo liberará
y huirán de la ciudad junto a Tòmme y Jeorhos. En la huida los progenitores de
Gaël y Tòmme morirán a manos del conde Goran, un despiadado mago negro, (y tío
de Jeorhos, por cierto). Esto generará a la larga un resquemor entre Gaël y
Tòmme que hará que se alejen.
Este grupo será perseguido por la guerrera Élora, la
hermana del emperador.
Por otro lado, tenemos a las dos pequeñas sirvientas, Niopi
y Amäne, que iniciarán un viaje a través del bosque junto a Reikad,
el hijo de su “amo”. En el camino a través del bosque encontrarán la mítica
ciudad de Fenerell, desaparecida hace 500 años (qué casualidad). Allí
coincidirán con el cuarteto liderado por Beyaz de Albián y continuarán el
camino los 7 juntos.
Llegarán a una posada donde pasarán la noche y la primera
borrachera hará que salten chispas entre Gaël y Jeorhos (chispas que solo
permanecerán, aparentemente, en la memoria de Gaël). Al día siguiente serán
apresados por el general Nuno, un enviado de Goran, que había salido en
busca de las niñas mucho antes que Élora.
Nuno los llevará a una casona perdida junto a las viejas
minas de Yeoroth y ahí sufrirán un ataque de los erioks (unas bestias
inmundas), que acabarán con todos los soldados. Nuestros protagonistas serán
salvados por Nashua, la gran maga verde que los ha estado
protegiendo durante su periplo por el bosque.
En ese instante estará reunidos los ocho protagonistas y
descubriremos que Nashua había estado usando una identidad oculta y que había
iniciado una relación con Reikad (pero la verdad que la cosa no pinta bien).
El grupo se volverá a dividir en dos.
Las niñas junto a Reikad y Tòmme (que necesita darse un
respiro de Gaël) irán a Nessain, donde conocerán a unos hacedores de estrellas,
el señor Pavlos y el joven Helio, que ayudarán a Niopi a empezar a
entender su poder (porque se me había olvidado decir que ella era una recién
descubierta hacedora). Tras varios días, Helio será secuestrado y el señor
Pavlos les pedirá que inicien un viaje por mar en dirección a la desconocida
Baj-ra, una ciudad fuera del mundo conocido donde, explica Pavlos, los
hacedores pueden desarrollar todo su poder.
El otro cuarteto, formado por Beyaz y los tres magos,
emprenderá un viaje hacia la vieja ciudad libre de Trageroth, desde donde
antaño los vednis ejercían su arbitraje. Irán en busca del báculo de hueso, un
arma que pertenece al vednis de Albián y que potenciará su poder. Nashua tiene
su vara de Abedul, y el tercer bastón de poder es el cayado de ónice que está en
manos de Nephir.
Pequeña parada para explicar quién es Nephir. Es el malo malísimo de esta historia. Un espectro que hace 500 años fue el último vednis de Nerulam (magos negros) y que mató a su coetáneo Áscalon de Albián. Nephir ha ejercido el poder imperial en la sombra, pero ante la amenaza del resurgir de estos nuevos tres grandes magos, dará la cara.
En Trageroth, los tres vednis deberán enfrentarse al espectro
Nephir. Tras un complicado encuentro vencerán gracias a un Gaël en trance
poseído por el poder del báculo, una vez encontrado.
Nephir desaparecerá de una extraña forma, pero al final del
libro vemos como vuelve a la vida, esta vez de carne y hueso en el cuerpo del
general Nuno (que habíamos dejado medio muerto en la casona del desierto, si
recordáis).
Y nos quedamos en la escena final, en la que Gaël, que está
hasta las trancas de Jeorhos lo descubre besándose con Nashua. Esto provocará
que se marche de Trageroth con su tío Beyaz sin decir nada, dirección a Álberos
la ciudad de la casa de Albián donde le esperan su padre y su abuela.
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