El por qué de un mundo

Me cuesta realmente transmitir esto con palabras y, tal vez, muchos no lleguen a comprender nunca lo que significa para mí que Allegaïa tenga vida y que tanto los personajes que la habitan como las historias que les suceden vayan a convertirse en una realidad bajo el título de "La casa de Albián". La nueva novela que saldrá a primeros de marzo. 

Estos días, mientras cerramos temas como la portada, las galeradas, agradecimientos, etc., pienso en el por qué de esta nueva aventura... Con el color de las estrellas era más fácil construir la historia que había tras la historia pero con La casa de Albián me encontraba perdido. Perdido, sobre todo, en el tiempo. He necesitado mirar atrás, y muy lejos, a cuando era muy niño, y pienso que, cuando tenga ese libro en las manos, no me lo podré creer por lo que realmente oculta todo este mundo. 

A veces la sociedad en la que naces, o mejor dicho el momento en el que te toca vivir, no está hecho para ti. Puede pasar que, por una razón o por otra, ese momento del que hablo no sea un lugar perfectamente acogedor al que puedas llegar tan campante esperando que te digan “eh colegui! Tranquilo y sé tú mismo”.  Es más bien un "esto es lo que hay, o te adaptas o asume las consecuencias". Porque está muy bien eso de que hay que ser uno mismo y no dejarse influenciar por nada pero si todos hiciéramos verdadero examen de conciencia, especialmente de cachorros... creo que pocos podrían alzar la voz sobre el resto y decir, "yo siempre fui auténtico".

Yo, de niño, afronté el mundo en unas circunstancias contra las que no tuve el valor rebelarme, en una realidad que no encajaba conmigo. No fue culpa de nadie, la vida y los momentos son los que son, y por suerte evolucionan. Pero yo simplemente llegué en un momento que sentí que no era el mío.  Siempre fui un niño vital, con muchas ideas y energía. Me encantaba hacer cosas: jugar, inventar, bailar... Pero alguna vez que otra tenía que buscar un momento a solas para poder expresarme como quería, porque mis bailes, los héroes (y heroínas) a los que imitaba en mis juegos o las situaciones inventadas que me planteaba eran motivo de burla o de incomodidad para los demás. A ver, que mis bailes eran bastante buenos (de hecho de mayor me dicen que bailo muy bien) y guerrero mercurio o el caballero de Andrómeda eran gente muy TOP, pero eso lo decimos ahora.

En esos momentos de soledad y evasión muchas veces dejaba volar mi mente, estuviera donde fuese, y sin darme mucha cuenta, un día, nació Allegaïa. Era yo muy pequeño, pero había tenido estímulos ya más que suficientes gracias a videojuegos como Final Fantasy (mi favorito, el IX) o a novelas como Añoranzas y Pesares (Tad Williams), o a películas como el Cristal Oscuro, como para construir aquel nuevo mundo. Un mundo que no tardé en llenar de personajes, unos parecidos a mí, otros más bien cercanos a cómo me gustaría ser. También aparecían personas de mi día a día que cuya relación conmigo quería que cambiase o se comportasen de manera distinta.

Era un mundo para vivir aventuras, para hacer cosas que no podía hacer normalmente, especialmente magia, una magia muy poderosa por cierto. También me marcaba auténticas peleas acrobáticas con armas espectaculares en las que dejaba de ser el torpe y miedoso de clase para convertirme en un guerrero de una agilidad y elegancia pasmosas. Allegaïa existía para poseer los objetos que quería y no tenía, como una capa con capucha que se moviera al son del viento o un bastón de mago que fuera enorme y bien tallado. Pero, sobre todo, era un mundo donde yo podía vivir a gusto, tener los amigos que me apeteciese, y más que nada enamorarme de quién yo realmente quisiese, y eso… eso era lo más importante. Por eso cree un mundo entero y lo llené de países y personajes, de magia y bestias raras, de secretos y de intrigas. 

Irónicamente, siendo ya adulto, cuando Allegaïa era un lejanísimo recuerdo de la infancia, resultó que la tremenda fuerza de la némesis del amor, el desamor, hizo que aquel continente resurgiera de lo más recóndito de mi memoria para dar la oportunidad a Alba de contar su historia.

Parecerá una tontería pero me emociono un pelín al tener la oportunidad de hacer real y de compartir una historia que siempre ha estado oculta y que me daba un miedo terrible contar. En pocos meses la verdad sobre el mago negro y el mago blanco dejará de ser un secreto perdido entre recuerdos con olor a películas VHS y juegos de PS1. Será algo más, algo que espero profundamente que os encante hasta tal punto que no podáis parar de leer y me mandéis anónimos amenazándome para que publique pronto la segunda parte...

Gracias por leerme 
 
 ***

Para descubrir Allegaia: (Agapea te lleva mis novelas a casa, CLICKEA EN EL TÍTULO)

 La Casa de Albián (Los doce hijos -I-)

 El color de las estrellas

 

Comentarios

  1. ¡Hola Javi!

    Muchas gracias por compartir tus creaciones literarias con nosotros, espero que que tu labor continúe siendo prolífica.
    Esta mañana he visto que decías en Instagram que habías colgado un capítulo y medio de la última entrega en este blog, pero no lo encuentro. ¿Cuál es el enlace?

    Muchas gracias y a seguir creando :)

    Tonio

    ResponderEliminar
  2. Hola Tonio! No sabes lo que me alegra leer comentarios así, de verdad.

    Aquí va el primer capítulo
    http://jjarevi.blogspot.com/2019/10/la-puerta-del-bosque.html
    y aquí parte del segundo!
    http://jjarevi.blogspot.com/2019/10/el-chico-tranquilo.html

    Espero que te gusten! un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Si no todos son capaces de crear esos mundos, la mayoría sí necesitamos que nos transporten a ellos. Pienso que sucede desde la misma religión y esa fe o necesidad de creer en algo, hasta la moderna Netflix, que te enlaza capítulo más capítulo...



    Me siento bastante identificado en algunos pasajes que relatas. También fui un pequeño imaginativo y ocurrente. También jugué en mundos repletos de hongos gigantes, con animales que conversaban y bestias imposibles a las que domaba primero y me hacía amigo después. Pero también sentía que no podía compartirlas con todo el mundo por no sufrir rechazo. Hoy día incluso no encuentro con quién poder quitarme la corbata y jugar a inventar; así que sigue siendo algo que pertenece a mi mundo privado. De hecho, quien lea estas frases podría perfectamente pensar que consumo drogas duras XD. Aún aquel diccionario de mitología grecorromana, marcado en pesetas y muy desgastado, que leía mientras mis compañeros de clase jugaban al fútbol.



    Tu Allegaïa es mi Nishibi. No creado de igual forma, seguro. Sí alimentado por una difícil situación y la necesidad de huída, según entiendo por tus palabras. Sin embargo, aunque pienso y pienso, no llego a materializar nada en claro aún habiendo ya mucho construido.

    Por ello admiro tanto el saber que hay gente que sí ha podido hacerlo. Supongo que iré en busca de un mecenas o un senpai como dicen en Japón.



    Me gusta seguir también el proceso de promoción de tu novela en estos tiempos tan difíciles y cómo resuelves temas como la presentación XD. Son situaciones que anhelo vivir en un tiempo más o menos lejano y me gustará compartir.

    Así que, esperando a que Agapea tenga a bien mandarme un ejemplar y devorarlo a su llegada, te estás ganando un fan (que yo también soy del FFIX, ya que en otros no sale Vivi; Andrómeda era quien más molaba, ya que nadie más tenía cadenas con vida propia y Guerrero Mercurio era mi planeta y la defenderé de por vida por encima del resto; además de otros muchos secundarios de otras series que siempre han sido mis favoritos por encima de los protas).



    Tendrás mi reseña y apoyo en tantos sitios donde me dejen colaborar. Solo te pediré a cambio una rúbrica en mi ejemplar ;)

    Por mi parte seguiré insuflando vida a mi Nishibi no Kuni (el País del Sol Poniente) gracias a la motivación que me inspiran personas como tú.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por compartir tus impresiones, Rodrigo. En primer lugar no debes de tener miedo de compartir Nishibi, aunque siempre digo que cada uno debe compartir sus creaciones cuando esté preparado para todo, para que gusten y para que no gusten. Eso se consigue trabajando en que te gusten a tí lo suficiente como para que gusten o no a ti te de igual. Tómate tú tiempo pero ponte a ello!

      Me alegra que te entusiasme todo el proceso del libro, te confieso que con el primero di muchos palos de ciego, me vi en muchas situaciones frustrantes y llegué hasta a pasarlo mal en algún momento aislado. Pero aquello me permitió aprender, y con este estoy disfrutando el proceso como nunca y tomándolo con tranquilidad.

      Lo dicho, ánimo y como ya te dije, empieza relatando una historia corta en tu mundo, o un trozo de una historia mayor... a veces sucede q cobra vida sola y empieza a crecer sin que tú puedas casi controlarla.

      PD: Power ranger Azul tb me faltó en la lista.

      Eliminar

Publicar un comentario

Mi modesta creación narrativa, ¿te inquieta, te perturba o te acongoja? Déjame tu impresión aquí